Un sueño hecho música: la Tuna de ALUMA toma vida

El año que viene la Asociación de alumnos/as del aula Permanente de Formación Abierta de la Universidad de Granada, ALUMA, cumple 30 años trabajando para dar la oportunidad a cientos de personas mayores de sentirse parte de la comunidad universitaria. En sus tres décadas de trayectoria, esta asociación ha organizado distintas actividades culturales y deportivas complementarias al extenso programa académico como una tertulia poético-literaria, un ciclo de conferencias botánicas o un programa de senderismo. Pero si hay un taller que ha despertado especial entusiasmo es el de Guitarra, Laúd y Bandurria.

Se ha convertido en un espacio donde los aficionados a los instrumentos de cuerda pueden aprender, perfeccionar su técnica y compartir su pasión por la música. Tal es la entrega de sus participantes que recientemente han formado la Tuna de ALUMA y su primera actuación será el próximo 15 de mayo en la Sala Máxima del Espacio V Centenario como cierre de la clausura de la tertulia poético-literaria de la entidad. Y lo mejor es que, a partir de ahora, la Tuna será un colectivo que participará en diferentes eventos que organice la entidad y el APFA.

El taller musical de ALUMA se transforma en Tuna

Según nos cuenta el presidente de ALUMA, José Rodríguez Sánchez, la idea de crear el Taller de Guitarra, Laúd y Bandurria “surgió a propuesta de un grupo de socios” y ha sido un completo éxito dentro de las actividades que desarrollan en la asociación. Un triunfo posibilitado porque “no se necesita ninguna experiencia, solo ilusión, ganas de aprender y de pasarlo bien”.

Tal y como relata el máximo representante de la Junta Directiva de ALUMA, “en el taller se imparten enseñanzas de instrumentos de cuerda, (guitarra, laúd y bandurria), pero también se ha incorporado acordeón y en el futuro no se descartan otros instrumentos”. En la actualidad hay aproximadamente 20 personas formando parte de este grupo, “la mayoría mujeres, como ocurre con el alumnado del APFA”, subraya José Rodríguez. Aunque lo más sorprende es el crecimiento musical tan positivo de los participantes pues, como afirma el presidente de ALUMA, “personas que no tenían ninguna práctica ahora tocan con soltura y se empeñan con ardor en perfeccionar su toque”.

Lo cierto es que los beneficios del taller de guitarra son innumerables y enriquecedores pues el simple hecho de tener que memorizar acordes y partituras se convierte en un buen ejercicio para el cerebro de los socios. Como destaca el presidente de ALUMA “no solo fortalece la coordinación entre la vista, el tacto y el canto, además de ejercitar las manos, sino que también impulsa la confianza y la creatividad. Pero, sobre todo, es un espacio de conexión y alegría, donde se cultivan amistades, se refuerza el sentido de pertenencia y se celebra el talento”.

Guitarras, laúdes, bandurrias y mucho compañerismo

Desde Canal Sénior, de hecho, hemos tenido la oportunidad de hablar con uno de los alumnos de este taller, Juan Luis Sáez Camacho, quien corrobora que, desde que se unió a esta actividad, tiene “una mayor sincronización en la mano izquierda. Pero, sobre todo, la habilidad de cantar a la vez que tocamos la guitarra”. Es más, asegura que “formar parte de este grupo para mí es un orgullo”.

Y es que durante toda su vida, este socio de ALUMA siempre ha querido aprender a tocar la guitarra: “Ha sido una asignatura pendiente. Y cuando surgió la oportunidad, no dejé que pasara”. En su caso, además, confiesa que “no tenía ni idea de los instrumentos de cuerda. Para mí ha sido un gran descubrimiento”. Tanto es así que lo que más le gusta es “el ir aprendiendo día a día con el profesor y el grupo de personas que se ha formado. La relación en el grupo es excelente. Incluso quedamos a la salida de clase”.

La motivación actualmente es mayor tras la creación de la Tuna de ALUMA y está seguro de que tendrá un gran impacto en la asociación: «puede ser un banderín de enganche para futuras actividades. En los eventos en los que participe ALUMA puede ser una magnífica presentación”. Es por esto que anima a otras personas mayores a unirse: “A nuestra edad cualquier cosa que aprendamos es fundamental. Al aprender a tocar un instrumento, nuestro cerebro está mucho más despierto. Que, aunque al principio puede parecer que es un poco duro, a medio plazo nos beneficiamos con creces con todo lo que nos aporta”.

En suma, queda patente el inmenso potencial artístico y humano del alumnado universitario senior. Así que, si tras leer esta noticia, te ha picado el gusanillo de inscribirte al taller o colaborar con la Tuna de ALUMA, debes saber que los interesados en unirse únicamente lo tienen que comunicar en la sede de la asociación e incorporase a la próxima clase. ¡Recuerda que no hay edad para empezar a familiarizarte con las seis cuerdas!

Te dejamos con otras noticias que pueden ser de tu interés:

Arte en tus manos: Ciclo de manualidades creativas

Buzón físico y tecnología: comunicación sin barreras

Así es el taller que trabaja la memoria a través del fútbol

Organizan

Caumas-multiplica-2024

Comprometidos con la Agenda 2030

Agenda 2030