En estos días de frío nuestro consumo de calefacción se dispara, y con él el precio de nuestra factura de luz y gas. Con unos precios de la energía que, aunque han dado algo de tregua en los últimos meses, siguen siendo extremadamente caros, se hace fundamental ahorrar todo lo posible en nuestro consumo de calefacción.
En este post, te daremos algunos consejos para que ahorres al máximo calentar tu casa en los días más fríos del invierno. Con unos sencillos trucos de andar por casa, podremos obtener el máximo confort con el menor gasto. Si deseas saber más sobre este tema, solo tienes que seguir leyendo.
En lo que a mantener nuestra casa caliente se refiere, existe un concepto fundamental: el aislamiento energético. Cuanto mejor aislamiento tenga nuestra casa, menos pérdida de calor tendremos y por tanto, podremos tener el mismo confort por menos dinero.
De nada sirve gastar cientos de euros en gas y radiadores si al final nuestras ventanas aíslan mal: según varios estudios, se pierde hasta un 30% de la energía que entra en nuestras casas debido a un mal aislamiento.
Los principales sitios por los que se pierde calor son las ventanas, seguido de las fuerzas exteriores y algunas paredes mal aislantes. Dado que en España numerosos edificios se construyeron en tiempo récord y con materiales baratos, es muy habitual que el aislamiento de los mismos sea deficientes. Debido a esta problemática, el gobierno ha dedicado gran cantidad de recursos y subvenciones a asegurar la rehabilitación energética de las viviendas. Puedes informarte sobre todas las subvenciones al hacer clic en este enlace.
Aunque a veces se nos olvide, es necesario purgar los radiadores al menos una vez al año. En ocasiones, en el sistema de calefacción se introducen pequeñas burbujas de aire que impiden una correcta circulación del calor y por tanto aumenta nuestro gasto en energía. Purgar los de cuando en cuando ayudará a evitar este gasto extra con un simple gesto.
Al igual que conviene renovar los aislamientos de nuestro hogar para ahorrar energía, instalar una caldera adecuada resulta fundamental si no queremos gastar más de la cuenta en calefacción. Aunque en principio invertiremos más dinero, a la larga la eficiencia de las calderas de bajo consumo se notará en nuestra factura del gas, por lo que es una decisión que termina por compensar.
Aunque en nuestro día a día es bastante habitual cubrir los radiadores con ropa húmeda u otros objetos decorativos, esto es perjudicial para el ahorro de energía. Al colocar este tipo de objetos, formamos una barrera térmica que hace que los radiadores tengan que trabajar más para alcanzar la misma temperatura.
Así pues, si queremos ahorrar en nuestra factura, lo más inteligente es evitar cubrir los radiadores a toda costa.
Aunque es verdad que la sensación térmica cambia enormemente de persona a persona, casi todo el mundo está a gusto entre 19 y 21º de temperatura. Asimismo, conviene que esta temperatura descienda por la noche para favorecer el descanso y el ahorro en la factura del gas.
Lo más inteligente para esto es comprar un termostato inteligente. Con él, podremos programar diferentes temperaturas en diversos momentos del día, dependiendo de a qué hora hay gente en casa o no. De esta manera evitaremos tener la casa caliente cuando esté vacía, y podemos programarla para tenerla a una temperatura adecuada cuando lleguemos si estamos fuera.
Si tenemos una casa de cierto tamaño, es normal que haya alguna estancia que apenas se utilice. Si apagamos los radiadores en las habitaciones en las que apenas estamos, podremos aprovecharnos de una bajada en nuestro consumo de calefacción considerable, la cual apenas notaremos en nuestro confort diario.
Una de las maneras más inteligentes de ahorrar en calefacción consiste en aprovechar al máximo los rayos de sol. En días soleados, conviene tener las persianas subidas para que el sol nos ayude a calentar la casa. Además, si tenemos cortinas en nuestras ventanas, podemos ayudar a que el calor no escape por las mismas.
Aunque puede parecer obvio, conviene recordar que para tener el máximo confort mientras ahorramos es importante utilizar ropa de invierno también en casa. No es razonable pensar qué podemos estar en manga corta todo el año, así que si queremos ahorrar, los jerséis, sudaderas y pantalones largos tienen que ser parte de nuestro día a día en invierno.
Como hemos podido ver a lo largo del artículo, existen numerosas maneras de ahorrar en nuestro gasto en calefacción. Con sencillos trucos como purgar los radiadores con frecuencia, o evitar cubrirlos podremos ahorrar una parte sustancial de nuestra factura energética.
Si lo deseamos, podremos tener un ahorro mucho mayor si realizamos inversiones tales como mejorar la eficiencia energética de nuestra casa o invertir en una caldera de bajo consumo.
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