Día Internacional de la Educación: retos para el futuro de la educación sénior

  • Como cada 24 de enero celebramos el Día Internacional de la Educación. Un derecho fundamental recogido por la ONU y que desde Canal Sénior intentamos promover con nuestras actividades gratuitas
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La educación es sin ninguna duda la herramienta más poderosa para poder cambiar el mundo en el que vivimos. Es el reflejo del futuro de una sociedad y tiene la capacidad de transformar las vidas de aquellos que se forman o adquieren habilidades.

Los tiempos de pandemia que hemos vivido han supuesto una sacudida sin precedentes en el mundo educativo. La dependencia de las tecnologías digitales para la formación ha agravado problemas preexistentes, tales como la brecha digital o las desigualdades de clase social, o de género.

La educación está, de hecho, en la misma razón de ser de Canal Sénior. Entre nuestros objetivos está el de contribuir a que las personas mayores tengan acceso a una educación de calidad y a desarrollar todo tipo de habilidades para desenvolverse en el frenético siglo XXI.

Por ello, en este post, pondremos en valor la educación como fuerza transformadora de nuestra sociedad y detallaremos los retos y amenazas que esta sufre. 

La educación en el mundo: historia de éxitos… y fracasos

El estado actual de la educación en nuestra sociedad contiene aspectos alentadores, aunque con algunas zonas oscuras. Por un lado, el mundo ha pasado de una tasa de analfabetismo del 87% en 1800 al 13% actual. La educación ha pasado de ser pura cuestión de suerte y clase social a ser reconocida como derecho humano fundamental por casi todos los países del mundo. En lo que respecta a la educación universitaria, en el año 2021 España registró más personas con estudios superiores que con educación secundaria? por primera vez en su historia.

La educación es la gran fuerza transformadora que ha permitido casi todos los avances sociales de nuestro siglo. El ascenso social está íntimamente ligado a las habilidades y conocimientos de la persona, por lo que el acceso a la educación provoca una mejora sustancial de la calidad de vida de la persona. 

A pesar de que se han registrado importantísimos avances en casi todos los campos de la educación, el margen de mejora es amplio. Aún persisten numerosas brechas educativas de género, en países en desarrollo donde las niñas apenas tienen derecho a la educación y permanecen haciendo tareas domésticas.

No menos importante es la brecha social: Numerosos estudios demuestran que la educación que reciben las personas con menos ingresos no garantiza igualdad de oportunidades? con los ricos, perpetuando las desigualdades sociales y lastrando a estas personas (habitualmente) de por vida.

Impacto de la pandemia en la educación

En lo relativo a la tecnología, todos sabemos como el acceso a las Tecnologías de la Información determina las capacidades de acceso al conocimiento de la persona. La brecha digital, entendida como desigualdad en el acceso o uso de la tecnología, limita la capacidad de la persona para acceder a la enseñanza.

La pandemia de coronavirus forzó un cambio de paradigma increíble, creando una especie de experimento no deseado obligando a millones de estudiantes a seguir sus clases desde sus casas a través de dispositivos.

Según numerosos estudios, el resultado de esto fue en general un retroceso en la educación: no solo la calidad de la enseñanza mermó considerablemente, si no que, además, la brecha digital perpetuó la brecha social. Aquellos estudiantes con más recursos, espacio en casa y buena conexión a internet salieron bien parados; mientras que aquellos que vivían en pisos de menor tamaño y tenían poco acceso a esta tecnología se vieron enormemente perjudicados por la pandemia.Hemos visto colegios y barrios enteros donde las familias no tienen acceso a dispositivos electrónicos o Internet, porque no tienen los medios para sufragarlo; donde los jóvenes se quedaron directamente sin estudiar durante todo el confinamiento”, denuncia Ana Eseverri, fundadora de la ONG educativa AIPC global.

Así pues, numerosos organismos han expresado su preocupación por los cierres de escuelas, pues pueden suponer el final del proceso formativo, perdiendo la oportunidad de adquirir conocimientos para desenvolverse en el futuro. No obstante, para otros expertos, la pandemia puede significar una oportunidad de cambio. “El objetivo no debería ser simplemente volver a cómo eran las cosas antes de la pandemia, sino arreglar los defectos de los sistemas que durante mucho tiempo han impedido que las escuelas sean abiertas y acogedoras para todos los niños y niñas” según Elin Martínez, de Human Rights Watch.

Los nueve retos actuales de la educación

Dentro de todos los retos de la educación, podemos destacar que la multidisciplinariedad y la capacidad de adaptación son las habilidades más relevantes que deben adquirir los estudiantes. La sociedad actual es enormemente dinámica y cambiante, por lo que ser capaz de navegar por un mundo tumultuoso es crucial para el futuro de la persona.

Entre otros, los principales retos de la educación se podrían resumir en:

  1. Enseñar soft skills o habilidades blandas, tales como la gestión del tiempo, la priorización de objetivos, la cooperación o la autodisciplina. 
  2. Centrar los esfuerzos institucionales en favorecer la inclusión social en la educación (becas, programas de mejoras…etc), siendo esta la vía para reducirlas desigualdades sociales. 
  3. Promover una digitalización justa y equitativa de la educación, asegurándose de que nadie queda atrás tanto en medios materiales como en habilidades. 
  4. En este sentido, es importante romper el mito de los nativos digitales: no todos los jóvenes saben utilizar la tecnología de manera provechosa y necesitan formación para utilizarla.
  5. Replantear los métodos de evaluación, ayudando a que los estudiantes puedan adquirir competencias y habilidades y no centrar todo en saber contenidos. 
  6. Fomentar la creatividad, generando las condiciones para que los alumnos puedan experimentar, crear y desarrollar su talento. 
  7. Fomentar los intereses de los alumnos, estimulando el aprendizaje natural y motivado por la curiosidad del estudiante y su afán de comprender cómo funciona el mundo. 
  8. Adaptar la formación a las nuevas demandas de la sociedad, en un mundo cada vez más tecnológico e interdisciplinar.
  9. No obstante, es importante recordar que el objetivo no es sólo formar a profesionales eficientes, si no a ciudadanos dotados de moral, sentido de la responsabilidad y que formen la sociedad del futuro. Por ello, es fundamental apostar por la educación en valores. 

La educación de los séniors en el siglo XXI

En Canal Sénior estamos comprometidos con la educación de los mayores como piedra angular de nuestro proyecto. Las personas séniors tienen un amplio bagaje vital, experiencia y capacidades para transformar el mundo, las cuales pueden ampliar si se dan las condiciones adecuadas para ello.

En este sentido, nuestra misión es clara: Promover y potenciar el protagonismo de los mayores en la construcción de una sociedad más justa y participativa, a través del conocimiento.

A este respecto, creemos que la mejor manera de que los mayores puedan participar en la sociedad es potenciar sus habilidades, para lo cual ofrecemos un canal de aprendizaje, gratuito, en directo y por internet. 

Así pues, como hemos podido ver la educación tiene la capacidad de transformar a las personas, haciendo que estas adquieran las habilidades para desenvolverse en el mundo y llevar la vida que desean.

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